No mereció el C.D. Utrera caer derrotado por 0-3. Un once cogido con alfileres y un banquillo de jóvenes promesas, plantaron batalla al tercer clasificado del grupo, pero no consiguieron vencer por falta de pegada y por el paupérrimo arbitraje del trencilla extremeño, que otorgó un penalti dudoso a los murcianos y escamoteó dos claros a los utreranos.
“A perro flaco, todo son pulgas” y el C.D. Utrera no encuentra el remedio para erradicarlas. Ya va siendo muy tarde para creer en la salvación, tendría que ocurrir un milagro y lo peor es que no hay fieles que comulguen en tiempos de advientos.
Eso sí, restan nueve jornadas y este grupo va a vender caro su adiós a la categoría. Este al menos, es el consuelo con el que los pocos feligreses acuden cada dos semanas al “santuario” del San Juan Bosco.
La directiva no debe tener mala conciencia, lo intentó, solo que le faltó la fidelidad de un pueblo, que tanto alardea de fútbol.
Fuerza hasta el final.
Miguel Muñoz
Director El Silbato Magazine
